Los nuevos fármacos permiten tratar la infertilidad con mejores resultados
La infertilidad es un problema al que cada vez con mayor frecuencia tienen que hacer frente las parejas que desean tener un hijo. La incidencia es de una cada 6 parejas. Las técnicas de reproducción asistida, inseminación artificial y fecundación in vitro, han evolucionado en los últimos 30 años de forma espectacular. Se han producido notables avances en todos sus aspectos, logrando hacerlas más efectivas y simples para las pacientes. Uno de estos aspectos que vamos a comentar hoy, es el de los tratamientos hormonales. Para comprenderlo mejor, es necesario hacer un pequeño repaso del funcionamiento del ovario.
Normalmente, la mujer en edad fértil produce, en cada ciclo menstrual, un folículo maduro que contiene un ovocito. Es importante saber que la mujer nace con su dotación de folículos ya formados para toda la vida, son decenas de miles que se van a ir gastando a lo largo de su vida fértil. Al inicio de cada ciclo menstrual encontramos una cohorte de folículos que comienzan a crecer, pero al final sólo uno de ellos es capaz de madurar. La mayoría de los óvulos se pierde sin llegar a cumplir su destino. De toda la reserva de folículos existentes en el ovario, solo unos pocos llegarán a ovular y los más afortunados excepcionalmente serán fecundados y darán lugar a un nuevo ser humano. Cuando estos folículos se agotan llega la menopausia. La pérdida de fertilidad asociada a la edad de la mujer, está en relación con el envejecimiento y disminución de esas células reproductoras. Preguntamos al doctor José Luis Castillo, director de la Unidad de Reproducción del Hospital Virgen del Mar – Almería FIV, sobre estos tratamientos hormonales.
¿Es necesario utilizar medicamentos para estas técnicas?
Los resultados se incrementan, sobre todo en Fecundación In Vitro, si en lugar de obtener un único ovocito logramos un número mayor. Para realizar esa «estimulación del ovario», contamos con unos medicamentos que, utilizados por profesionales cualificados que lleven un seguimiento correcto mediante la meticulosa vigilancia ecográfica de su crecimiento, nos ayudan a lograr el objetivo de una poliovulación controlada. En Inseminación Artificial, nos garantizan que se produzca la ovulación.
¿De dónde proceden esos medicamentos?
Los más utilizados, y los más modernos son los llamados «recombinantes», producidos por ingeniería genética. Son exactamente iguales a las hormonas naturales, aunque más eficaces y seguros ya que son más estables y homogéneos.
¿Son complicados de administrar?
En absoluto, precisamente han sido un gran avance al simplificar los tratamientos. La misma paciente se los puede administrar por vía subcutánea, siendo muy fácil controlar su dosificación.
¿Cuánto dura el tratamiento?
El tratamiento simplemente sustituye al ciclo natural y por tanto solo dura de doce a catorce días.
¿Adelantan la menopausia?
Dada la enorme cantidad de folículos que tiene el ovario, el número de los que se utilizan en estos tratamientos es insignificante y por tanto no adelanta la menopausia. Con estos tratamientos lo que conseguimos al fin y al cabo es rescatar una cohorte de folículos que de forma natural se hubiese perdido.
¿Producen efectos secundarios en la mujer?
Como hemos visto, todos los medicamentos que se utilizan son hormonas naturales femeninas, por tanto en si mismas no son perjudiciales siempre que sólo sean prescritas por facultativos con la adecuada formación y cualificación, así como experiencia en su manejo. Una respuesta excesiva a estos medicamentos podría dar lugar a una hiperestimulación que, tratada adecuadamente, no debería revestir mayor gravedad; esto puede ocurrir en un reducido grupo de pacientes con unas características determinadas si no se controlan de forma correcta. Ocasionalmente pueden producir sensación pasajera de hinchazón. No engordan, tampoco producen acné o aumento de vello, ni predisponen a otras enfermedades como a veces se piensa.